
Pulido, alto y sin un solo gesto de más: el moño de bailarina de Nieves Álvarez vuelve a recordarnos que la verdadera elegancia no necesita artificios. En plena vorágine de peinados festivos, este recogido clásico se impone como el aliado perfecto para Fin de Año: favorecedor, atemporal y con ese aura de sofisticación serena que nunca falla. Leer


