
No hay nada más apetecible que enfundarse un abrigo de efecto piel los días de frío y nada más divertido que buscar similitudes con mi madre cuando los lucía en los años 80. Leer

No hay nada más apetecible que enfundarse un abrigo de efecto piel los días de frío y nada más divertido que buscar similitudes con mi madre cuando los lucía en los años 80. Leer