Izaskun Ruiz, farmacéutica: «Lavarse la cara con agua caliente provoca deshidratación y pérdida de luminosidad ya que favorece la pérdida de colágeno»

Si notas la piel más tirante o enrojecida tras hacerte tu rutina de limpieza, el problema puede estar en la temperatura del grifo. Cuidado con el agua caliente porque puede estar envejeciendo sin darte cuenta. Leer

Entradas recomendadas