Vivimos en un tiempo de hiperconexión y exigencia constante. Todo parece urgir, todo demanda respuesta inmediata: mensajes, comparaciones, productividad. Entre tanto ruido, la lectura se convierte de nuevo en refugio. Leer no como evasión, sino como un gesto de cuidado, como un modo de sostenernos. Ahí aparece la healing fiction —la ficción curativa—, una sensibilidad literaria que no busca soluciones milagrosas, sino acompañamiento. En estas páginas, exploramos su poder invisible: cómo la literatura puede sanar desde la ternura, el silencio y la empatía. Leer
