Los 6 libros de bolsillo para la bolsa de la playa que estoy recomendando a mis amigas

Cada verano tiene su textura: arena que cruje entre los dedos, noches con olor a salitre, siestas largas con persianas entornadas. Y hay algo que siempre acompaña ese tiempo suspendido: un libro en la mano. Pero no uno cualquiera. No una lectura densa que exige concentración quirúrgica ni un best seller hueco que se olvida antes de la última página. Lo que buscamos cuando llega el calor, cuando el cuerpo se relaja y el alma se abre, es una historia que pese poco pero valga mucho. Que quepa en el bolso, en la mochila o en la mano. Pero que se quede dentro durante mucho más tiempo. Leer

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