
Dos clanes numerosos, el de Pilar Echegaray y Enrique Quijada, unieron sus caminos en el Puerto de Santa María, donde la novia quiso llevar un recuerdo de Fuenterrabía, su lugar de veraneo. Con su vestido, unió su tejido preferido de los veranos, el nido de abeja, con los volantes, un guiño andaluz. Leer