
«Ser fadista é triste sorte», dice uno de los fados más célebres del repertorio tradicional. No es el caso de Carminho. La intérprete vive un momento mágico. Presenta su nuevo disco Portuguesa, en el que revisa su relación con el fado, ha cantado en presencia del Papa en Lisboa y participa en la película Poor Things. Como un secreto precioso, llena sin aspavientos cada vez que da un concierto en España. Leer


